La actual crisis del COVID-19 nos ha llevado a reflexionar sobre cuestiones fundamentales. La forma en que trabajamos, vivimos, nos movemos y socializamos puede haber cambiado para siempre. Todos nos preguntamos: ¿qué debemos mantener o detener en nuestras prácticas estándar?
En Pertanto creemos que el futuro debe consistir en colocar la red de espacios públicos en el centro mismo del proceso de creación de la ciudad. Estamos seguros de que un sistema de espacio público digno de alta calidad es la columna vertebral de comunidades saludables y prósperas. Un sistema de plazas, patios, callejones, calles abiertas, jardines y parques interconectados lo convierte en un activo público increíble para los residentes de la ciudad. Las buenas redes de espacios públicos son verdaderamente los espacios democráticos que pueden ser utilizados por todos los miembros de la comunidad sin importar su origen o su estrato socioeconómico.
Al abordar el tema de promover la inclusión a través del diseño urbano, podemos pensar principalmente en mejorar la infraestructura de movilidad. Pero muchas veces estos grandes proyectos de diseño urbano estratégico no son factibles por falta de financiamiento —o una colosal mala asignación de recursos— o falta de consenso en torno a la solución preferida. Por esa razón, es mejor centrarse en intervenciones temporales apoyándose en medios simples que tienen un gran impacto.
Esto es exactamente lo que implica el ‘urbanismo táctico’. El urbanismo táctico incluye cambios temporales de bajo costo en el entorno construido destinados a mejorar los vecindarios locales y los lugares de reunión de la ciudad [1]. Si queremos ciudades más inclusivas, equitativas y justas, tenemos que entender qué formas de la ciudad en sí mismas realmente apoyan estas nociones.
¿Cuáles son las cosas que nos unen como comunidad?
El urbanismo táctico pone la acción directamente en manos de la gente de la ciudad, los empleados de la ciudad, los líderes de la ciudad y los ciudadanos. Puede parecer que una intervención temporal es insignificante, pero en realidad es un marco poderoso que está muy orientado a la acción y es de bajo costo. En su mayor parte, es extremadamente divertido ir y cambiar un espacio con grupos de personas, en última instancia, uniendo comunidades, compartiendo recursos y prosperando juntos.
Nuestro experto Ghigo DiTommaso es director de Ghel, una empresa dedicada al desarrollo de un enfoque de las ciudades a escala humana y centrado en las personas. Han estado a la vanguardia del programa Parklet, una práctica que recupera las calles abiertamente a través del urbanismo táctico. El objetivo es luchar contra el dominio del espacio vial de automóviles privados para crear más espacio para que las personas caminen, anden en bicicleta, pasen el rato y jueguen de manera segura. Los espacios Parklet son una forma importante de impactar positivamente en el ámbito público. Son una forma comprobada de proteger los negocios locales de nuestras ciudades, que ahora más que nunca necesitan todos los estímulos que puedan obtener.
No te pierdas los muchos otros precedentes compartidos por Ghigo en nuestro Curso: ‘Inclusión Social en el Urbanismo”.
¡Gran reflexión! ¡Muy emocionado por formar parte de esta conversación!