“Si un fenómeno natural idéntico afectase a tres situaciones geográficas diferentes, las consecuencias serían distintas para cada situación” – Ian Davis.
Una arquitectura de emergencia es una respuesta, a través del diseño y modo de construcción, ante cualquier situación que amerite una respuesta rápida y funcional, como catástrofes de índole ambiental, humanitaria o sanitaria.
Como hemos mencionado anteriormente, hablamos de arquitectura modular como un sistema de construcción que utiliza módulos prefabricados, producidos por separado, de fácil movilidad y fácil ensamblaje para levantar edificaciones.
¿Sabemos cuáles son las fases de construcción de una estructura prefabricada? Estas son las siguientes.
- Se empieza por el diseño del proyecto por medio de arquitectos, ingenieros y constructores, desarrollando una estructura fácil de ejecutar.
- Después de diseñar los módulos, se realiza la construcción de los mismos. En esta fase, simultáneamente se construyen los módulos off-site, y se prepara el terreno in-situ.
- Una vez se concluye la rápida construcción de los módulos, se transportan al sitio de instalación.
- Una vez transportados, se instalan los módulos prefabricados en el terreno preparados para los mismos. Un proceso relativamente ágil y simple.
Actualmente, este es el proceso para construir las estructuras prefabricadas de hoy en día, pero no se diferencia mucho de las primeras barracas construidas anteriormente. Podemos regresar al pasado y revisitar cuales fueron los primeros indicios de las estructuras prefabricadas.
Las primeras edificaciones modulares se realizaron con la intención de ser implementadas para refugios de índole militar. Las primeras estructuras prefabricadas construidas para situaciones de emergencia fueron los Cobertizos Nissen o Nissen Huts, creadas para el ejército británico durante la Primer Guerra Mundial, por el ingeniero e inventor canadiense-británico nacido en Estados Unidos, el Mayor Peter Norman Nissen, de ahí su nombre.
Nissen se inspiró en dos factores principales para el diseño de las cabañas:
- La estructura de la barraca debía ser construida con el uso de materiales económicos, específicamente por la escasez de materiales de construcción durante la guerra.
- La edificación debía ser portátil para garantizar la fácil movilidad, particularmente importante durante un momento en donde se vivía una escasez de vehículos de transporte
Estos dos factores condujeron a Nissen a crear una forma simple prefabricada que facilitaba su montaje y desmontaje. La cabaña de Nissen podría ser embalada en un vagón militar estándar y levantada por seis hombres en cuatro horas máximo. El récord mundial de edificación es de una hora y 27 minutos. Las Nissen Huts fueron concebidas para satisfacer la demanda de alojamiento en tiempos de guerra, así como en situaciones similares, como los campamentos de construcción.
Durante la Segunda Guerra Mundial, se crearon en Estados Unidos, las Quonsent Huts o Barracas Quonset, inspirados en el diseño de los Cobertizos Nissen. Su nombre proviene del sitio de su primer despliegue en Quonset Point en el Centro del Batallón de Construcción Naval de Davisville en Rhode Island. Las primeras cabañas Quonset se fabricaron en 1941 cuando la Armada de los Estados Unidos necesitaba un edificio liviano para todo uso que pudiera transportarse a cualquier lugar y ensamblarse sin mano de obra calificada, similar al uso que se les dio a las Nissen.
Se fabricaron hasta 170,000 barracas Quonset durante la Segunda Guerra Mundial, las cuales sirvieron como asentamiento militar. Después de la guerra, los militares vendieron sus cabañas excedentes al público. Muchos permanecen en pie en los Estados Unidos como dependencias, negocios o incluso casas, y a menudo se ven en museos militares y otros lugares que exhiben recuerdos de la Segunda Guerra Mundial.
Muchos también se utilizaron en los Estados Unidos para viviendas temporales de posguerra, para veteranos y sus familias en Los Ángeles, California, y el complejo Quonset Park de viviendas para estudiantes casados en la Universidad de Iowa. Algunos todavía están en uso activo en las bases militares de los Estados Unidos. El Departamento de Energía de EE. UU. continúa utilizando cabañas Quonset como estructuras de soporte (talleres de fabricación y maquinaria, almacenes, etc.) en el Sitio de Seguridad Nacional de Nevada.
La pandemia del COVID-19 trajo a relucir la necesidad que tenemos de actualizar y producir estructuras que nos ayuden a mitigar estos estados y así también ayuden a las zonas más vulnerables y necesitadas.
Las edificaciones creadas para estas situaciones deben cumplir con las siguientes características: adaptables, económicas, comunitarias, elementales, flexibles, funcionales, rápidas de construir, sencillas, seguras y atemporales.
Basadas en estas premisas podemos identificar versiones modernas de las primeras cabañas construidas durante las guerras:
Onagawa Temporary Container Housing
2011 – 2011, Japón
Construidos con contenedores marítimos, diseñado por el arquitecto Shigeru Ban, esta comunidad se creó para hacer frente a la escasez de viviendas tras el terremoto de 2011 en Onagawa, en la prefectura de Miyagi. Se construyeron 188 viviendas para albergar familias afectadas por el terremoto.
A diferencia de las unidades de emergencia habituales, que necesitan mucho terreno llano para la construcción, este proyecto aumenta la densidad de construcción mediante el apilamiento de contenedores de varios pisos, una solución que también reduce el tiempo de construcción.
Pop Up Places of Worship
2016
En muchas sociedades, la fe se considera como un punto de apoyo en situaciones de peligro. En el 2016, dos estudiantes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Yale crearon unos módulos destinados a la religión, principalmente para su uso en campos de refugiados. Los dos estudiantes propusieron diseños de iglesias, sinagogas y mezquitas que se pueden construir rápidamente, cada espacio de fe presentando una estructura diferente.
Con la limitación de recursos como condición asumida, el proceso de diseño de estos pop-ups ha sido de austeridad. Este proceso está en línea con la opinión de los arquitectos Lucas Boyd y Chade Greenle, de que la arquitectura de la religión es inherentemente excesiva: diluida, exagerada y malinterpretada a través del paso natural del tiempo.
Proyecto CURA
2020
El sistema CURA, creado por los arquitectos de Carlo Ratti Asociaste en colaboración con Italo Rota, ingenieros de la empresa Jacobs y la empresa de suministro Phillips, acrónimo de “Unidades conectadas para enfermedades respiratorias”, es una solución rápida para aumentar la oferta de servicios de emergencia, a fin de apoyar a las instalaciones de los hospitales que están en primera línea en el tratamiento de pacientes con coronavirus. CURA se ensambla rápidamente como una carpa de hospital y es tan segura como una zona de aislamiento gracias a un sistema de biocontención de presión negativa en su interior.
Entre otro sistemas de contención creados para la pandemia del COVID-19 están el Hospital Provisional de Ifema en Madrid o Arca de Noé el cual se montó en 29 horas y el Hotel de Campaña en Alicante, España, donde la pandemia azotó de manera desmesurada desde un principio.
Esta y muchas otras estructuras se realizaron al principio de la pandemia y además, actualmente vivimos las crisis humanitarias y de refugiados que están afectando a muchas comunidades alrededor del mundo.
¿Crees que es tiempo de crear estructuras provisionales?
Como diseñadores, ¿podemos mitigar estas catástrofes de una manera más efectiva?
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